El gestor de la línea estrella de Renfe Madrid-Barcelona se va a Arabia a impulsar el AVE La Meca-Medina
El responsable de la zona Noreste de alta velocidad de Renfe, Francisco José Prats, responsable de la línea de AVE Madrid-Barcelona, la que más viajeros tiene de la red nacional, ha dejado esa responsabilidad para marcharse a Arabia Saudí a tratar de impulsar el AVE La Meca-Medina, que gestiona también Renfe y fue inaugurada en septiembre de 2018. Fuentes de la compañía han confirmado la marcha «hace unos meses» del directivo.
El AVE entre las ciudades santas de La Meca y Medina es la obra de mayor proyección de España en el exterior -junto a la ampliación del canal de Panamá por Sacyr- y fue construida por un consorcio de empresas españolas y saudíes entre las que figura ACS, Talgo, Indra o la propia Renfe, que es la que gestiona la línea.
El proyecto le fue adjudicado al consorcio español de 12 empresas en 2011 por más de 6.700 millones de euros. Pese al éxito que supuso, las estimaciones comerciales estaban infladas y los números no salen. El primer estudio de demanda lo hizo la consultora Consultrans, propiedad del ex ministro socialista y ex presidente de Renfe Julián García Valverde, vaticinaba que la línea tendría 60 millones de pasajeros al año.
Esa cifra se ha confirmado muy por encima de la realidad -posteriormente Renfe solicitó un nuevo informe a otra consultora, Royal Haskoning, para establecer una previsión de tráfico más real-. Aunque es cierto que la línea ha estado parada desde septiembre de 2018 hasta ahora en varias ocasiones por un incendio y por el coronavirus, la realidad es que las cifras están lejos de las previsiones.
Según ha publicado la prensa local, en el Ramadán de este año, momento de máximo tráfico de esta línea por el turismo, la previsión era transportar a 625.000 pasajeros. Aunque este 2022 está siendo el primer año de funcionamiento normal, tras las dificultades de 2019, 2020 y 2021, las cifras no alcanzan las previsiones iniciales del proyecto.
Eso supone un problema grave para Renfe, que tiene contrato para gestionar la línea durante 12 años. El proyecto estaba dimensionado para esas previsiones iniciales, tanto en compra de trenes como en construcción de estaciones de mantenimiento, por lo que hasta ahora las cuentas no están aportando los beneficios esperados. La compañía ha optado por un sistema contable que contabiliza los derechos de cobro futuros -en 2020, última auditoría publicada, estos ingresos futuros eran de 185 millones de euros-.
Francia
Mientras Renfe trata de levantar el negocio en Arabia, en Francia sigue sufriendo el torpedeo de las autoridades públicas, que están retrasando los permisos para que pueda empezar a operar la línea Marsella-Lyon. La operadora pública francesa, SNCF, tiene abiertas las puertas de las mejores líneas en España, Madrid-Barcelona, Madrid-Valencia, que ya opera con su marca low cost, Ouigo, mientras Renfe tiene las puertas cerradas en Francia de una línea secundaria.
El resultado es que Renfe reducirá sus ingresos en las líneas de AVE estrellas, donde gana dinero, y ampliará sus pérdidas en las otras líneas que no son rentables porque no tienen los viajeros suficientes.
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